Visita al mercado

Me despiertan temprano y para variar está nublado, y me dicen:

-¿Rafa acompañame al  mercado? A refuñadientes me paro y desganado me visto, ducho y preparo, la verdad siempre me ha gustado ir al mercado pese a que me tengo que levantar temprano.

Es un espejo social, desquiciado y al estar en Valpo es como mas desordenado, te muestra realidades, verdades  en un colorido ambiente bien gritado, donde voces diferentes y dispares publicitan sus novedades y atributos en un alocado coro desorganizado.

Valparaíso posee dos mercados y eso no es extraño en la antigüedad existían dos barrios el Bario Puerto  y el Almendral. Separados por la naturaleza, ambos barrios crecieron y se formaron autosugestionados, hasta que se lograron unificar hace muchos años a tras cuando Valparaíso comenzó a ser un sola gran ciudad. Pero la mala gestión publica y la buena ubicación del Cardonal generó rivalidad y ha gatillado que en la actualidad uno se mantiene y el otro tambalee.

Y así nos vamos acercado con bolsas en las manos mientras mi madre me va comentado sobre un nuevo personaje que conoció. Su nombre es Francico y es Artesano de oficio pero Constructor civil de profesión, tiene 5 hijos y está recientemente divorciado no tiene mas de 50 años si es que no tiene menos y desde febrero trabaja moviendo un carro de supemercado ayudando a la gente a acarrear sus sacos.

En el trayecto me voy enterando que trabajo por años en las salmonelas en el sur y que todos sus hijos tienen cargos altos y acomodados, mientras me enteraba me preguntaba  ¿Como alguien pude caer tan bajo? Graso error mental.

Comenzamos el ritual sabatino con la compra de lechugas, repollos y apios, siempre las verduras primero terminamos con las papas y estamos prestos para abordar las frutas que es la parte final. 

En eso aparece Francisco y saluda muy cordialmente a mi madre, yo a esa altura muy cargado soy ayudado, pese a que siempre me ha gustado llevar los sacos por que siento como que exhumo mis pecados. Francisco y su carro con cafe en mano comienza guiarnos y decirnos donde comprar, mi madre dice quiero frutas, entonces hay que venir para acá y nos comienza a llevar.

Me sorprende su vocabulario y forma de hablar se nota que es una persona muy culta, sin desmerecer a otros vendedores que cuando pasa un paco dejan de gritar y desaparecen sin dejar rastro. En eso aparecen dos pacos con un tipo esposado, Francisco nos cuenta que estaba complejo el mercado con la crisis y el desempleo la seguridad ha aumentado al igual que los asaltos. 

Y seguimos conversado me cuenta que sus hijos no saben que el es artesano, algo que toda la vida le ha gustado pero como estamos en chile con la artesanía no alcanza para susistir. Hace unos meses a el lo echaron en donde había trabajado por años y al verse medio complicado dejo Santiago y se mudo a Valpo donde comenzó trabajar de artesano. Al verse complicado se consiguió un carro y se vino al mercado donde trabaja moviendo y cargando con lo cual le alcanza y sobra para vivir.

Me repite que su familia no lo sabe y que pose hijos muy bien acomodados, que su curriculum y experiencia es enorme pero ahora por su edad ya no le daban trabajo por que el es muy caro y a las empresas no les conviene pagar tanto.

Al terminar las compras nos da una clase al manejar el Carro de supermercado, al cual le dice "Carro Urbano", se mete por Uruguay detrás de un colectivo lo adelanta con facilidad por las calles, mientras que con mi madre nos retrasamos en un semáforo y lo perdemos en una curva yo me urjo pero mi mama me dice el es honesto no hay que preocuparse  y así fue.

Entre veredas y pescados, me explica que físicamente los carros de súper mercado están mal diseñados que es mas fácil manejarlos de los costados aplicando menos fuerza y resistencia, de la nada me pasa el mandato del carro para manejarlo, me cuesta, está pesado y complicado, las calles irregulares lo acomplejan aun mas, pero cuando lo manejo por el costado el carro se desplaza con mas facilidad.   

Llegamos la garita donde el colectivero de siempre saluda a mi mamá y le abre el auto por detrás don Francisco sube las bolsas se despide con amabilidad y nos dice: nos vemos en una semana mas.

Y así nos alejamos en este día nublado, toda la compra no durará mas de una semana así que lo volveremos a ver en 7 días mas, mientras nos vamos me voy pensando que no hay mejor lugar para los exiliados del estado que el mercado.

  Personal jesus.... > depeche mode