Escencia

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lunes, 26 de marzo de 2012

Desde atrás de la banda todo se ve y entiende mucho mejor



Hace un par de días un amigo me envió via twitter el trailer de la película de los prisioneros... que se estrenará este 2012 " Miguel, san miguel".


En primer lugar me impresionó que alguien se atreviera a ilustrar esta historia de esta banda, pues con su implicancia histórica su ribetes tele novelescos y con un frontman tan carismático como Jorge González lo obvio, por así decirlo, es que el eje dramático de la película fuera la relación entre el y Narea.


Pero muy por el contrario la película, en su trailer muestra que su eje dramático principal viene desde el personaje mas invisible de la historia, el baterista Miguel Tapia, ¿Reivindicación histórica? o simplemente ¿Gonzalez no se quiso prestar para la película?


La verdad es que dándole una segunda vuelta al trailer, me pareció, un punto de vista mas interesante, pues desde atrás y escondido entre los tambores uno tiene la mejor vista de los hechos que suceden en la banda. Por lo mismo uno puede tener una opinión y visión mas neutral y no tan emocional como la de sus otros dos compañeros.


Y no lo digo como solidaridad con el baterista pues creo que enserio es una apuesta ya que Tapia siempre fue como el más misterioso y bipolar de la banda y al ser el protagonista se presta para muchas otras oportunidades. Algo así como “Diarios de motocicleta” donde la atención de la película no gira en el CHÉ como un ser revolucionario, sino como un joven en un viaje descubriendo la vida.


Hora veremos la archi conocida historia de tres músicos que surgen desde la periferia y se consolidan como la banda mas influyente e importante del rock nacional, pero mirado desde el fondo del escenario.


Lo más notable del trailer, es la aparición de personajes emblemáticos como Eduardo Topelberg de Pentagram atendiendo una disquería y el más importante en el minuto 3 con 15 segundos la aparición magistral del Tapia original vendiéndoles una batería a los personajes.



Sinceramente me tinca, ojalá no defraude

lunes, 19 de marzo de 2012

No ir llegar y replantear

No fui a Roger Water show pero si fui a Michael Buble, aunque resulte una contradicción de estilos y dinámicas la verdad es que siento que esta decisión me replanteó como persona.


Quizás me perdí el show mas importante y apoteósico del ultimo tiempo en chile. Pues pareciera que todo el mundo fue y participo de semejante experiencia y no me cabe duda que el show debió ser una experiencia desbordante .


Por el contrario, elegí ir al show a la antigua con una excelente compañía donde la atención total del show recae en el artista y su carisma y pese a que a Bublé no lo conocida mucho, debo admitir que su show me gano. Pues a veces segado en la pirotecnia y las murallas de 14 metros uno olvida que en el fondo la atracción principal es el artista.


Sinceramente creo que el Rockodromo dentro de todo el daño mental que provoco a base de Redbull y falta de sueño, me dejo una secuela un hambre profundo por regresar a la medula musical y descubrir bandas de trinchera de los eternos de los bares de la región. Bandas que luchan por tocar y ser descubiertas


Donde no encontraré un Bublé o a un Waters pero si me rencontraré con soñadores empedernidos que se encaminaron por el complicado mundo de la música, por que de algo hay que estar seguro, hay que ser un loco para encaminarse en este camino, pero como dice una banda amiga la locura es parte de la felicidad.

martes, 6 de marzo de 2012

Una llegada Particular

Al bajar del avión, lo único que quería era conocer el obelisco, un palo blanco sin brillo le había advertido los amigos argentinos. Con hora y media en el cuerpo la recomendación era clara. Apenas te bajes tómate un "Manuel tienda león" y en 2 horas estarás en el Obelisco.


Restaba medio viaje y había que buscar la forma de que el tiempo pasara mas rápido, en una enorme ciudad escondidas entre luces y amplias plazas la falta de contactos se sentía mas que nunca. La urbe se abría a medida que avanzaba el trayecto entre grafitis, edificios y carreteras a medio terminar la ausencia de cordillera o mar hacía mas inmensa la ciudad.


Llegaron a un terminal de buses, donde casi todos hablaban gritando, en eso se ponen en la fila de la caja para pagar y confirmar su destino.


Detrás del mostrador había un tipo bien formal con el uniforme de la empresa, hablando en un ingles perfecto, tratando de explicarle el mapa a un gringo, debajo de su camisa arremangada dejaba entrever el final de un par de tatuajes. El gringo se despido agradecido mientra la fila avanzó dejándonos frente a el.


-Che que buena remera, por lo visto ¿Les gusta el faso?


jajaja Si esta buena, es una buena Ironía lastima que no es legal


-Que razón que tenés a esta altura ya debería ser legal en el mundo.


Y para mas remate en el aeropuerto la quitan toda, jajaja .


-Si no tienen problemas che, yo les puedo pasar.


No puedo negar que me llamo seriamente la atencion que un tipo tan formal en medio de su jornada de trabajo en un lugar aparatentemente serio, rodeado de extranjeros y sus pares del trabajo me hablara tan abiertamente de la marihuana y es mas me ofreciera esta sin siquiera conocerme, a lo que le conteste bien dubitativamente.


¿Cómo, nos vas a vender?


- NO tranqui, prefiero convidarles sho ya que en la ciudad no van encontrar, pero eso si tienen que ir a fumárselo Entre Maipú y santa fe ahí no tendrán problemas con los polis ya que yo siempre me ¡fumo uno por ahí.


NO, no creo poder hacerte Caso.


-Todo bien entonces, espero no te hayas ofendido che, la verdad es que los vi re buena onda, y bueno el faso es lo mas natural del mundo...


No, no lo digo por eso, este Faso me lo tengo que fumar en el obelisco y así ver si le encuentro algún brillo.


Las ciudades son inpredecibles aunque sus ritmos de vida sean similares, nunca me he resitido a lo impredecible por eso acepte su oferta la que ya me decia que este sería un buen inicio del viaje.