La primera vez que lo escuche pensé que era una mujer, entre los oscuros recovecos de la antigua facultad de música de la UV una voz desgarrada me hizo voltear y tratar de llegar a la fuente de donde era emitida. En esa especie de escenario, un chico flaco con una mochila y una guitarra pintada cantaba …¿Que desagradable?.. ¿Que molesto?.. ¿Que es esto?.
Ya era como un rumor subterraneo, en las noches del puerto. Recorría los bares, peña y sitios donde hubiera un micrófono para cantar, con un vozarrón permeado en las calles, capaz de perdonar a cualquier micrófono barato, con un estilo desentendido se mezclaba en la multitud y se subía a cantar con mucha actitud. Tenia una parada y estilo tirado al punk, ¿Quien era este tipo ? su nombre es Chinoy.
En la mitad de los 90 Seattle era la ciudad de moda musical mundial de donde salían las mejores bandas y su equivalente chileno era Villa alemana, el calor extremo mezclados con alcohol y alucinógenos varios nos dieron grandes bandas psicodélicas con propuestas delirantes supieron poner el nombre de Villa Alemana en el mundo y en el historia del Rock nacional.
Tiempo después supe que venía de San Antonio, de esas calles alcoholizada, recorrida por enfermos, tenía en su postura la melancolía de esa ciudad, un puerto siempre mirado en menos por su hermano mayor valpo, quien diría que este seria el nuevo seattle la cuna del nuevo folk.
Hace un par de día escuche a “Demian Rodríguez” y confirmó mi teoría, tenia ese mismo estilo, parada indiferente, esa potencia vocal aprendida en la calle quizás cantando en las esquinas, esa melancolía intrínseca y lírica espacial, la procedencia era mas que obvia ¿ Quizás que tiene esa ciudad, que genera este tipo de artistas ? disfrutemos el momento de esta reivindicación de San Antonio, la ciudad del momento.
