Y nos fuimos al Maule hacer "Escuela de Rock" la séptima región me recibía 6 meses después del terremoto y siendo sincero tenia expectativas de conocer una nueva región de Chile, la incertidumbre en lo musical y vivencial en su lento regreso a la normalidad.
Tras un complicado paso por Santiago y espera de 3 horas en un oasis cibernetico en medio de tanto consumo, encontré pasajes para Talca, recuerden nunca viajar un viernes de fin de vacaciones a otra región ya que puede resultar caótico.
Talca me recibió con menos 3s grados, un amigo al reencontraron me hace subir a un auto con dirección al centro entre presentaciones y conversaciones la noche, cómplice aún del desastre, oculta los daños y cicatrices. Pero las iluminadas calles del centro no pueden ocultan la verdad entre edificios abandonados restos de lo que fue algo y escombros no pude disimular mi cara de evidente impacto el copiloto remata diciendo: " Bienvenido... esto... era Talca..." aquí te quedas descansa nos vemos mañana.
Es un echo que la costumbre mata el asombro y esta no es la excepción hasta estar cerca de donde pego mas fuerte uno recién cae en consciencia y de día se podía apreciar mejor lo que fue el terremoto. Pero el ímpetu y fuerza también se percibe con la gente que demolidos sus locales sigue vendiendo afuera de este, entre vallas de prohibido el ingreso y de peligro de derrumbe una ciudad se levanta.
Entre los jóvenes de las banda de una escena alicaída redundan las historia del terremoto, de tocatas nefastas, escapes milagrosos y piscolas no derramadas, para ellos un replica de 6 no es nada.. Como las historias que contaban con naturalidad y tranquilidad, historias de lo mas fuerte.
-No si a mi tia la mató una muralla...Mi tío tiene una tremenda cicatriz en la espalda escapando de un derrumbe ... Cacha que el local murieron tantas personas... no si nadie me creía lo de maremoto... entre otras. Pero todos concluían y agradecían lo mismo que a su maravilloso teatro nada le había pasado.
Una joya que espero 30 años abandonado hasta que fue reconstruido y restaurado el 2001, la espera sinceramente valió la pena: graderías de lujo, parrillas de luces y un sistema de audio acorde. Un equipo escuelas reformado y 17 bandas todo estaba listo para un evento que ayudaría a levantar su escena musical, una escena difícil y diferente.
Entre jóvenes inexpertos, prominentes talentos con una fuerte influencia Disney y los metaleros de siempre me quedo mas que claro que no hay nada mejor para olvidar un terremoto que el viejo y querido rock and roll.
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