Escencia

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jueves, 21 de junio de 2012

Hechos que Marcan vidas en Valdivia

Esta nueva ida a Valdivia aparte de unos kilos de mas y nuevos personajes a mi listas de contactos, me dejo hechos que marcan vidas.

Yo había escuchado sobre la hospitalidad sureña pero sinceramente el recibimiento que tuve superó con creces lo pensado, con comidas típica , mucha cerveza y nuevas amistades, que siempre resulta ser lo mejor de los viajes.

En esta ocasión viajamos para el cierre del segundo nivel de escuelas de rock, en el Teatro Lord Cochran de Valdivia.  Fuera de la la rapidez, los cambios, las presentaciones de los músicos y la vorágine de la producción. Existe un momento que te marca, la instancia de mutuo aprendizaje y que recordaras por siempre.

“Estábamos apunto de comenzar el segundo bloque de presentaciones y tras bambalinas había una banda neófita, compuesta por 3 niños de 12 y 14 años y una vocalista femenina de 15 años. Llamados “Avenida Tentación” ellos 4 jamás se habían subido a un escenario y con los nervios propio de una primera presentación en un teatro lleno llega el guitarrista de la banda para decirme que nunca había enchufado su guitarra electroacústica y no sabía si iba a sonar, ya que no habían alcanzado aprobar sonido.

Mientras Javier Aravena, músico blusero con una trayectoria reconocida, querido e idolatrado en su ciudad natal estaba en los acordes final de su presentación, lo que exacerbo los nervios de los chicos, a lo que me acerque al guitarrista diciéndole:

¿ Crees en algo?.. a lo que dubitativamente me respondió que Si
Entonces mejor encomiéndate por que no tengo de donde sacar una guitarra a esta altura.

Paralelamente Javier Aravena se despedida de su público y entraba a bambalinas entre felicitaciones y aplausos se me ocurrió preguntarle si le podía prestar la guitarra al chico que le falló la suya y estaba apunto de subirse, Javier nos quedo mirando y sin dudarlo dijo que SI

Los ojos del niño casi se salieron cuando Javier se saco la guitarra que acaba de usar  se la puso y afino mientras el chico la sostenía con emoción a lo que le dije vas a tocar con la guitarra del maestro.

El niño impávido y cuasi petrificado no supo que decir, en eso les dije ya arriba les toca tocar y así tan rápido como paso esto, se subieron y bajaron del escenario”.

Quien sabe en que se convierta en el  futuro, si seguirán tocando o no, quizas el tiempo les ayude a ver lo simbólico que fue ese momento para mi, donde una generación de músicos luchadores y entregados le pasaba el bastión a una nueva llena de ilusiones.  Y eso señores es Escuelas de Rock, una reinvención constante llena de momentos que marcan vidas.