Escencia

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domingo, 13 de septiembre de 2009

Intercambio musico-pensar

El rito de intercambiar música es un rito ancestral, que ahora lo actualicemos con copiar CD y lo amenicemos con una invitación a tomar, forma parte de este antiguo ritual.

Voy subiendo hacia el cerro carcel con mi amigo Fernando, un rockero de la otra senda, de la periodística la mas critica y recalcitrante la cual se encarga de buscar artistas ponerlos en mapa o destrozar sus carreras. Al no ser músico y declararse un fanático de ella, se ha dedicado a investigar y explorarla por lo mismo su visión resulta interesante y refrescante. Ya que está dentro del mercado de la música, pero a la vez no siente lo que es generarla, es como ser el técnico de un equipo pero sin haber sido jugador antes.

Es raro pensar como se mezclaron los caminos y como ahora avanzamos a la par, ya que le conocí hace 5 años atrás cuando yo manejaba un local y el una revista digital. Aparentaba ser diferente de lo que yo conocía por gente con dregs pero eso es harina de otro costal.

La vida nos hizo descubrir que tenemos el afán común de investigar el rock y verlo como una fuente de conocimiento inagotable y de soluciones a la vida cotidiana. La cual bajo el alero de nuestra Biblia común, "1001 disco que hay que escucha antes morir" buscamos darle respuestas a nuestra cotidianidad, mientras analizamos y destruimos cuanto disco ha caído últimamente en nuestras manos.

Pues así y todo pase a buscar mi regalo de cumpleaños a su nueva casa, donde tienes que bajar y bajar escalera en la parte alta de un cerro, contradicciones varias en una zona aislada. Al entrar lo primero que veo es un doble pedal de batería tirado en la entrada, ya que ahora convive con músicos y sonidistas, una mezcla que solo en Valparaíso puede pasar.

Enciende a la par su computador y tras explicar varias referencias me copia en dvd con lo que según el me parecerá interesante, mientras se sorprende con mi animadversión hacia los Beatles, me agrega unos cds de ellos y no se que le da con meterme el funk y el soul en mi vida, algo que no ha llegado a extasiar mi día a día.

Lo bueno de nuestras conversaciones es el intercambio musical, verbal y vivencial donde los temas que uno cree conocer se tarjiversan en un caleidoscopio resultado aun mas interesante y distintos. Fernando ahora trabaja en las escuelas de rock, en la llamada burocracia del rock, algo impensable en algunas partes con un legado fascinante, a lo que me lleva a pensar que incluso el espectro laboral también termina relacionado con nuestro tema principal.

Con mi mp3s recargado, mis brazos con dvd cargados y nuevos cds camino por la avenida alemania iluminada amarilla escuchado nueva vieja música que inundará esta semana mi andar. Pesando en como eran los antiguos intercambios y como hemos evolucionado de copiar caset a dvds.

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