Es increíble pensar que si uno se lo propone en horas puede estar en cualquier parte y lo ensimismado del entorno el trabajo y los que haceres te enceguecen antes las fronteras las cuales son accesibles y mas cercanas de lo que uno cree.
En la pega me dieron la tarea de ir Valdivia la ciudad donde es invierno todo el día, lluvia frio y un estilo de vida más relajado donde la lluvia no es un alto en la vida es la cotidianidad misma, es entretenido pensar como el clima forma un pueblo, genera identidad y diferencia de los lugares aunque estemos en el mismo país y esto genera un sonido particular.
La ultima vez que estuve ahí fue en verano estaba finalizando un mochileo por el sur el cual se vio súbitamente truncado por problemas ajenos. Es increible ver como la historia queda en los lugares mas inverosímiles como un asiento de cemento, una escalera o un puente en vez de plazas y monumentos aunque los momentos son segundos las fotos son eternas.
Verdaderamente pese al clima la ciudad no ha cambiado tanto lo extremo sigue siendo el viaje como 12 horas en bus, para solo estar unas horas ahí, me costo darme cuenta que despues de todo no era tan dificl llegar y estar en otra parte, es mas fue como un despertar: fotos, reuniones, almuerzo, una grata acojida frio, chocolates, rapido recorrido por el centro, taxis, sala de conferencias, clases, noche comida rios música y de nuevo el bus, Santiago me esperaba un día en cada region en cada lugar, cada monumento aunque despiertes Valdivia o duermas en Santiago un día es un día y al ritmo de vida no le importa el espacio.
En fin visitas express para ver que las fronteras son pequeñas y qualquier dia puedo despertar en cualquier parte, solo hay que proponerselo e invocarlo y como me dieron ganas de irme digo.
Hola destino quiero irme al continente museo.
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