Escencia

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martes, 17 de mayo de 2011

Caer Retroceder y avanzar

Nunca he sido un deportistas, ni menos he tenido condición física para el fútbol, la mitad de mi vida están asociado a traumas asociados al deporte. Recuerdos de recreos solo o pelotazos mal puesto bajo los tres palos. Salvo contadas excepciones como Colo colo 91, Italia campeón del mundo y clasificaciones al mundial. Es por eso que siempre que me invitan a una pichangas digo no. Pero este fin de semana cuando mas debía negarlo dije SI.

Si tuviera que definirme de alguna manera diría que soy aficionado a un equipo de fútbol que despertó bastante tarde su amor por este deporte, pero nunca un jugador. Es así como estaba inmerso en uno de los mejores fin de semanas en lo que va del año reponiendo energías de la tocata en Santiago cuando conteste el celular.

-Rafa reunion de curso, falta uno vamos a pichanguear
- Eh ...... bueno...
- Weon van todos nunca vay a parte llego un compañero de Italia
- Es que...

Habiendo tantas cosa que decir, tantas verdades que asumir, cedí bajo la presión y es que me es difícil decir que NO. Aveces se toman decisiones que afectan a los que quieres pero uno debe caerse retrocer y avanzar.

Y fui, llegamos a Recreo a una cancha escondida en una quebrada, bien carretiada pero techada con perros gatos y una familión que habitaba en una casa al costado de la cancha cualquiera esperaría algo así en valpo pero en en recreo debo admitir que me sorprendió.

Entre abrazos y reencuentros iniciamos el ritual masculino, tal como si estuviéramos en el patio del colegio hace 15 años atrás con la capa y la pelota de calcetín que un compañero con esmero hizo, de repente pareciera que esperábamos la campana para comenzar a correr mientras las compañeras miraban desde un rincón y entre tallas y recuerdos la pelota se echo a correr.

Y con velocidad la nostalgia se transformó en realidad y recordé por que odiaba el fútbol, lo rápido que me cansaba, por que siempre jugué al arco. Me cuestioné seriamente ¿Que cresta estaba haciendo ahí? ¿Cómo me preste para esto? Mientras los equipos luchaban con violencia por meter un gol. ¿Por cuanto arrendamos la cancha? ¿Faltará mucho para que se acabe?. Hasta que entró el primer gol debo admitir que fueron los 15 primeros minutos mas largos en meses y nada cambió no es que esperara que se acabara el encuentro pero si una recriminación.

Pero por el contrario me felicitaban se reían y me alentaban a seguir y es que el transporte al pasado fue total, no me di cuenta pero ya perdíamos 4 a 0 y la actitud incluso mejoraba y es que estamos mas viejos, aveces cuesta ver eso. Era hora de avanzar olvidar esos traumas, esto era un juego y debía disfrutarlo al fin y al cabo esto era un reencuentro.

El partido se calentó, no sé como pero comencé atajar, el equipo se sostuvo y logramos empatar, el tiempo comenzó a volar ya llevamos una hora y algo y no tenia para cuando terminar hasta que desde la casa gritaron ¡¡Último!! y entre risa y weveo me metieron el ultimo gol....

Nadie se enojo todos nos reímos y concordamos que esto debe seguir que ademas de hacer deporte lo mejor es reencontrase y mejorarse.

Para que decir la resaca muscular que tengo pero mas que los musculos la resaca emocional es la fuerte, Por que hay que caerse para mirar hacia el pasado y avanzar hacia el futuro y que mejor que jugando fútbol.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Me quede sin palabras perro!!Que buen texto no sabia lo que pasaba por tu cabeza pero te notaba raro! jajajaja que bueeeena que haya sido una experiencia bacan al final, un poco traumatica al principio jeje. Yo siempre juego con distintos locos todas las semanas pero jugar con los cabros del curso es distinto.Hay historia ahi como tu bien lo descibiste!Y al final es una manera distinta de reencontrarse.Por eso lo gozo mas, porque no es solo un partido con cualquier cabro, se recuerda la pelota de calcetin y tantas otras cosas. Un abrazo campeon y nos vemos a la noche!!