Escencia

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martes, 7 de junio de 2011

Valdivia no está tan lejos

Iniciamos la travesía tomado un bus en dirección a un avión viajando con un tele pong en brazos con destino a un reencuentro en Santiago, el aeropuerto me recibiría una vez mas este año para realizar mi primer vuelo nacional, donde el tiempo de viaje sería menor por ende menos agotador. Este año el sur estaría presente en rockodromo e íbamos en busca de sus representantes.

Valdivia el destino una Niebla que pronto conoceríamos nos hizo arribar a una sala de espera variopinta y particular donde nos encontramos con Dino Gordillo, el manager de Leo Rey, un ex alumno de batería y su familia y una ex de un amigo, todos sentados en el mismo vuelo y lugar.

En el avión, buena atención, molestias al bajar y hambre fueron la tónica antes del arribo. Valdivia para mi sorpresa estaba despejado y eso había que celebrarlo entre un submarino y una feria almorzamos y nos aprontábamos para lo que seria la noche un recuentro con alumnos y profes para evaluar al equipo, clases y en general las escuelas lo que terminaría como de costumbre en una charla en un bar.


Siempre he creído que las relaciones y las mejores ideas surgen en la compañía de unas cervezas y una mesa. Así llegamos a un Bar tipo jopurnal, el cual se conoce como el destino final o el último lugar, donde atendían metaleros altos con pinta de europeos en ves de niñas como era la costumbre. Cervezas negras y Sanwdiches exhuberantes fueron al tónica mientras se establecian redes y lazos y que lugar mas apropiado para maquinar una revolucion musical que una casa escondida entre árboles al lado de una iglesia cubierta por la niebla. Chile es Chile en cualquier lado pero habíamos llegado a la ultima frontera el ultimo lugar del mundo un bar perdido donde todo termina, ahora sabíamos por que.

Perdido en niebla apareció una banda tocaron bailaron y se fueron había comenzado otro día y el teatro nos esperaba, con sus montajes pruebas luces y música, un escenario es un escenario en cualquier parten aunque afuera lloviera adentro parecíera que estuvieras en Valpo, Santiago Europa o Concepción.

Tuve la necesidad de salir y auto recordarme que estaba en Valdivia, en el sur donde hace frió y llueve todo el tiempo y el verde es de verdad y uno entiende por que estos lugares te atrapan y no te dejan salir. Como el papa de un amigo que es feliz en este lugar y hace su vida normal llueva o no, Así mismo es la música y eso genera identidad.


En un pestañeo se inició y terminó el concierto 19 bandas en 2 horas 20 solo 3 ganadores surgidos del invierno valdiviano. Un cantautor un banda con proyeccion y otra con trayectoria fueron los escojidos en representaran a su ciudad con sus sonidos y aunque no se puede dejar a todo el mundo contento se dio por finalizado el proceso y así emprendimos el regreso, después de todo Valdivia No está tan lejos.

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