Somos distintos, uno ordenado y otro disparatado alocado y desorganizado, uno acelerado y otro tranquilo, hiperquinético y pausada, suben y bajan cambios de contrastes y nuestros distintos caracteres.
La Madura y el pendejo, blanco y negro, rock versus jazz, no hay donde acabar, cualquiera pensaría que esto no va resultar, pero aveces lo desafíos pueden mas.
La incompatibilidad es el truque informal, el intercambios de cosas que no tiene peso color ni sabor, pero un valor y sentido que no tiene comparación, podemos hasta acordarnos y organizarnos en cuanto al intercambio. Tu me ordenas yo te desordeno hasta eso adquiere sentido cuando estoy contigo.
Pero aparecen las tormentas y los choques horarios y es ahí cuando entro en pánico. Estoy acostumbrado a obedecer, a que me digan que hacer, que me den las respuestas pues no me gusta caerme. Mi inseguridad invisible, se hace aparente y latente ¿Por que si me caigo siempre te atraigo?.
Fallar, esa palabra, ese sentido, no me gusta, Ni me gustará jamas. Pese a eso fallar cada día lo hago mas, es que no me alcanza el tiempo siempre peleo contigo por tiempo, pero es que no puedo ganarle ni le ganaré, tendré que adaptarme una vez mas y dejar que me ganes y me sobrepases, oh maldito tiempo nunca me das chance.
La incompatibilidad tiene su gracia, es buscar en el otro lo que tu no tienes, es verte a través de otros ojos como eres, es ayudar a crecer y buscar lo que no tienes en común con el otro.
Aveces la incompatibilidad tiene su magia y aveces es una desgracias.
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