Escencia

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lunes, 9 de noviembre de 2009

La Batalla contra la Nada


Y a las 2 am Recién logró ir al baño, había comenzado temprano ese día de actividades desbordantes, con un sol abrasante, se puso sus gafas oscuras, su pañuelo y partió a la ciudad desierto a despertarla. Se olvidaría de comer por varias horas y de las cosas básicas por días su mente estaba totalmente puesta en lo que se le venia. Una batalla en un ciudad perdida, entre bosques y cemento, un oasis de tierra olvidado hoy tendría su día y había que cumplir comenzaría la guerra, la batalla contra la nada.

No se había dado cuenta como llego a manda a tanta gente de un día para otro, ni menos como llego a esta situación, si hace menos de 2 meses estaba buscando un destino y mendigando que hacer. Ahora tenía un ejercito donde los mas fieles y especiales caballeros respondían bajo su subordinación, capaces de armar lo imposible y generar luz en las oscuridad donde no existe electricidad.

Soldados, comandantes, peones y kamikazes corrían bajo su alero, el era menor de ellos pero infligía respeto comandando misiones suicidas sin instrucción militar. Entre ellos se destacaba un argentino, con rostro destruido por años en la jornada del tercer turno, era uno de los mas aguerrido y de los mas locos bajo su alero, capaz de llegar al cielo en rieles de acero.

Ni el entendía como sacaba a flote cada día, cada batalla perdida y ganada, esta no era la mas importante pero tenia que seguir adelante, todos estaba comenzado a generar sus posiciones entre el conductor del tanque, la artillería pesada, las bombas sonoras y de Luz. Comenzaron a generar las trincheras, y trazaron los primeros cimientos de las barreras defensiva de iluminación de la nada en el desierto se comenzó a formar a una fortaleza, entre tierra, calor y sol se generaba otra batalla, la batalla por comer.

-Esta mierda no la va a ganar, pensaba, mientras las trincheras quedaban listas, el tanque se comenzó a posesionar, el enemigo mandaba sus mejores armas: ráfagas de viento levantaban polvo que entorpecían la visual, haciendo más lentos los movimientos, la nada mostraba de apoco sus garras.

-Paremos los pilares de defensa y comencemos a amedrentar.

-Que pasa con la corriente hay que dar vida este lugar

Los preparativos agotadores eran la batalla misma eran solo 13 contra la nada, y esta al ver que el calor no los detenía opto por lo contrario, mientras la artillería pesada se comenzaba a posesionar, entre ellos el peón que decoraba y ordenaba de muy buena gana.

La temperatura comenzó a caer, rápidamente y eso fue grave, el frío y el hambre no son buenos aliados y este ejercito de locos no estaba preparado para semejante cambio, aunque seguían armando, luchando corriendo sin par.

El liderazgo cansa y posterga todo hasta los intereses personales a motivo de crecer, el equilibrio no llegaba y mientras seguían pensando trabajo o vida o vida o trabajo no hay momento ni para un descanso por eso hay que motivarlos.

- Vamos cabros, no queda nada

Nunca pensó en rendirse y ya estaba casi todo desplegado la oscuridad trajo mas frió, pero ahora ya no le temíamos al enemigo.

- Hágase la luz y surgió un estibo de luz

- Muestrame lo mejor que tengas, y comenzó hacer mas frío.

-Ha sus posiciones, ¡¡Fuego!! ....

..

Y en una explosión de luz, comenzó el concierto.



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