Dedicar canciones es un
practica antigua como efectiva, a la hora de inmortalizar un momento,
conquistar a alguien, generando hitos en un relación. La gracias es escuchar y seleccionar la canción
ha dedicar para que esta le de mas sentido al momento.
Hace un par de años una pareja me contaba que su
canción era Heart Shape Box de Nirvana y que para su aniversario siempre la
escuchaban, un tema interesante y rítmicamente bueno que un tiempo sonó
bastante en las radios.
En ese momento no le puse
mucha importancia hasta hace un par de días mientras estudiaba mi libro de los
1001 discos llegue a 1993 al “IN UTERO”, disco que alberga esta canción.
Mientras lo escucha de principio a fin traduje un par de letras y me
convencí que en general no tenemos idea de lo que dedicábamos. Ya que la
canción habla de una tortuosa relación de pareja, del cáncer y daño que se
provocan mutuamente, lo que me trajo está pareja a la mente.
Por azares del destino
generé una especie de invocación, pues no pasaron ni un par de semanas y me
volví a reencontrar con uno de ellos, entre saludos y abrazos me comentó que ya
no estaban juntos, que habían terminado su larga relación hace un tiempo, lo
que no me extraño para nada pues que futuro puede tener una relación si su
canción insigne es una oda a la las malas relaciones. Lo que confirmo mi teoría
de que la música puede cimentar tu karma. Por lo mismo no pienso dedicar jamás
BAck to Black de Amy Winehouse.
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