Recuerdo la vez que Congreso cerro Rockodromo 2010 y un periodista internacional le preguntó a Pancho Sazo ¿Qué sentía él al tener dos trabajos en Chile para mantenerse, sabiendo que si estuviera en Europa, podría solo dedicarse a la música?
Él con su sabia tranquilidad le respondió: amo hacer clases y si esta es mi realidad y si el tiempo me lo permite, no dejaré ni de tocar ni de enseñar. Palabras que en cierto sentido me cimentaron el camino que estoy llevando.
Esta semana fue la vuelta a los escenarios con Signuz, teníamos agenda una fecha en la Batuta, por así decirlo una prueba de fuego en todo sentido.
Para prepáranos armamos una mini gira en la semana, comenzando el martes en el huevo, el miércoles en la piedra feliz y finalmente el Jueves en la Batuta, nada fuera de normal para un músico, solo que a esto había que sumarle trabajo de oficina de 09 a 18:00 todos los días, lo que sí resultaba desafiante.
Con la primera fecha no fue difícil retomar el trabajo, tras un par de horas de sueño y café la jornada se hizo soportable. Ya para el segundo día, estábamos entrando en training, a apunta de café con mate logre soportar la mañana post piedra, a esta altura ya varios notaban mi calidad de zombie somnoliento.
El día jueves, ya en la Batuta tras pruebas de sonido y cervezas del puerto llego la presentación, momento de Liberase por 30 minutos sobre unas tablas histórica donde por un segundo no importaría nada, donde mi apacible locura tendría libertad. 30 minutos que se hicieron nada, en la lentitud de las mañanas sentado en la oficina, pero que será eternos en mi historia musical.
Todos sabemos que en Chile nunca ha sido fácil ser músico y aunque parezca muy compatible mi pega con la música sinceramente no lo es tanto.
Pero si Pancho Sazo pudo … quien dice que yo no?
1 comentario:
Buena Rafa, veo que tomaste mi sugerencia anti "cataratas"jajajaja
oiga, buena reflexión y nada más que agregar, pa'elante pa'elante como el elefante !!
Abrazo !
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